La condición de Chiclana como destino turístico de primera magnitud es indiscutible a tenor de los datos de estimación teórica de habitantes extrapolados según los criterios del Plan Director de Residuos. Estos indican que la ciudad ha alcanzado durante el mes de julio una cifra estimativa de 214.225 habitantes. Aunque este dato no conlleva una certeza matemática y sólo puede ser analizado desde una aproximación empírica, no deja de poner de manifiesto la enorme trascendencia de la influencia demográfica durante la temporada estival en Chiclana y el esfuerzo que conlleva a todos los niveles administrativos a nivel municipal garantizar el buen funcionamiento de todos los servicios.
En el mes de julio se recogieron en Chiclana 5.534.154 kilos de residuos sólidos urbanos según los pesajes efectuados en el vertedero de Miramundo, lo que supone una media diaria de 178.521 kilos. El Plan Director de Residuos estima que cada habitante genera 1,2 kilos diarios, por lo que, tras aplicar los parámetros de corrección necesaria y realizar los cálculos estimativos, se extrae la aproximación poblacional especificada. En este cálculo no se contemplan los datos de recogida selectiva (envases, vidrio, papel y cartón, aceite doméstico, etcétera).
Los datos que maneja la empresa Chiclana Natural en los primeros días de agosto permiten aventurar que en el presente mes la población se triplicará en el municipio, especialmente durante la primera quincena en la que se atraviesa el cenit de la temporada estival.
Esta estimación pone de manifiesto que los establecimientos hoteleros no son la única alternativa de alojamiento. En la localidad son habituales las segundas residencias que ahora se ocupan en su mayoría, como también la oferta en alquiler de inmuebles por temporada, entre otras opciones. Esto supone la necesidad de duplicar esfuerzos para que la población sea atendida de la misma forma que el resto del año.
Nicolás Aragón, concejal de Vías y Obras y Playas, valoró este esfuerzo indicando que “quienes eligen Chiclana para pasar sus vacaciones demandan unos servicios que deben mantener el nivel de calidad del resto del año. Nuestros esfuerzos se encaminan a que esta sobrecarga de trabajo pase inadvertida para chiclaneros y veraneantes, ya que eso será el mejor indicador de que todo funciona con normalidad”.
El edil añadió que “para ello se requiere una coordinación entre todas las delegaciones municipales y la toma de una serie de medidas, especialmente de tráfico y para la garantía de los servicios que hasta la fecha están funcionando, sin que por ello dejemos de tomar nota para mejorar de cara al próximo verano”.